Saludo 19 de abril de 2008

Ayer viernes, por la noche, como cada tercer viernes de mes, se celebró en el Monasterio de las MM. Concepcionistas la vigilia de oración por las vocaciones sacerdotales y religiosas. Realmente contrasta la escasez de nuevas vocaciones con la sangría constante que supone para nuestra Díócesis la muerte de sacerdotes en activo. La mies es mucha y los obreros pocos. Es posible que a mucha gente le resulte indiferente la presencia del sacerdote en las comunidades cristianas, pero sigue siendo necesaria y, además, para quien es llamado a seguir la vocación sacerdotal merece la pena decir que Sí. No sé por qué, pero siempre he tenido el presentimiento de que en la parroquia de El Buen Pastor va a haber muchos jóvenes comprometidos con la Iglesia y que, además, van a surgir vocaciones sacerdotales. En todo caso, es una de nuestras prioridades pastorales. Confiamos con la ayuda de Dios y de María que así suceda.