miércoles, 11 de junio de 2008
Parece ser que ha ustado la celebración de las Primeras Comuniones. El hecho de que todos fueran de túnica, sin diferencias de unos y otros, sin afán de ostentación, ya es algo que le da un encanto especial. La sencillez de la celebración, la participación de los niños... todo contribuyó a que fuera una ceremonia en la que todos nos sentíamos agusto. También el hecho de que uno de los niños de primera comunión fuera bautizado... Pero pienso que merece la pena destacar como muy positivo el compromiso de que para el próximo curso seguirán reuniéndose los niños, teniendo como nueva meta la Confirmación... Confío en que vuelvan todos y espero que salga un grupo de adolescentes y de jóvenes verdaderamente comprometidos como cristianos...
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