Cuando la gente entre en la Iglesia, seguro que no imagina lo que hay bajo sus pies, la cantidad de hierro y de horas de trabajo. Y, antes, la cantidad de números que ha habido que hacer. La gran mayoría desconocerá las personas que han hecho la obra, pero son dignas de no permanecer en el olvido.Las fotos aumentan haciendo clik sobre ellas
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