lunes, 27 de julio de 2009

27 de julio de 2009

Ni ayer ni hoy he podido visitar las obras por estar fuera de Ponferrada. Cada vez se ve todo más cercano. Hay veces que parece que las cosas no llegan nunca, pero el tiempo no se detiene. Muchos dicen: quiero estar a la inauguración. Me parece bien. Pero lo importante no es ese día, sino los días de después. Estoy convencido de que todo irá bien y que la parroquia funcionará. Pero no deja de ser una etapa intrigante, pues no es fácil de adivinar cómo responderá el personal. Realmente es una situación poco frecuente, casi difícil de imaginar. Ante todo, he de reconocer que tengo mucha confianza en el Señor, que es quien dispone todas las cosas.

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