20 de octubre de 2009

A medida que van pasando los días, el sueño está cada vez más próximo a hacerse realidad completa y la finalización de las obras se ve más cercana. No obstante hay algo muy importante que nos preocupa: los bancos. No me refiero a los bancos que aporten dinero, sino a los bancos para sentarse. No vale cualquier banco, evidentemente. Tienen que adaptarse al edificio. El esfuerzo económico de la Diócesis para la construción de la Iglesia está siendo enorme y de ninguna manera puede eximir a los feligreses de colaborar. Necesitamos YA la colaboración para poder compar los bancos para sentarse. En todos los bancos (ahora sí nos referimos a entidades financieras) que tienen sede en La Rosaleda hay cuentas abiertas para que se puede colaborar. Confiamos en no quedar defraudados.