Al fondo la bomba para echar el hormigón de la losa inferior. En primer plano, El Sr. Vicario General, Don Marcos, junto con Don Ángel, el Ecónomo, y Juan Luis, Aparejador. Coincidió la visita en un momento muy oportuno, mientras las hormigoneras no paraban de trabajar. Ahora
es más fácil ir haciéndose a la idea de lo que será la superficie del templo. Realmente impresiona. Ojalá no llegue a ser una nave vacía.
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