martes, 23 de febrero de 2010
23 de febrero de 2010
Como decía aquella canción de nuestra adolescencia, "Todo tiene su fin". Las obras de la iglesa están prácticamente concluidas. Limpieza, mobiliario y papeles es lo que ahora nos ocupa. Confiemos en que la burocracia no haga honor a su fama de lentitud. Muy pronto esta larga etapa de cinco años será historia. Ahora viene una etapa nueva. Desde el punto de vista esìritual lo que importa es que la comunidad cristiana funcione, viva su fe. Desde el punto de vista material confiamos en que con la ayuda de todos sea posible el mantenimiento de un edificio que lógicamente tiene sus gastos. Así mismo esperemos que entre todos no sea difícil hacer frente a la deuda de los bancos y las campanas. Al igual que en las demás parroquias la cuota parroquial será también un signo visible de pertenencia comprometida a la comunidad cristiana.
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