martes, 29 de marzo de 2011

29 de marzo de 2011

Aunque sea a última hora del día, no quiero faltar a la cita, sobre todo sabiendo que hay gente que tiene la paciencia de entrar aquí. No es cuestión de dar todos los días alguna noticia, ni siquiera de hacer algún comentario. Lo más importante que podemos ofrecer cada día es lo que Dios mismo nos ofrece. Me refiero a su palabra. Los que asisten a misa cada día tienen la suerte de recibir el alimento de la Palabra de Dios. Hoy era sobre el perdón. A veces hay quien se queja de que Dios no le escucha. Dios nos escucha siempre, pero aunque todo lo da gratis nos pide algo a cambio: que perdeonemos a los que nos ofenden. Es prácticamente la única condición. No hay cosa que peor le siente a Dios que no sepamos perdonar, todas las veces que haga falta. Ese ha sido el mensaje del Evangelio de hoy.

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